El Gobierno elimina el antidumping a los termos chinos y pone fin a la protección al único fabricante nacional
La medida podría generar una baja de precios para los consumidores, pero también pone en riesgo la supervivencia de la única fábrica nacional de termos.
La medida podría generar una baja de precios para los consumidores, pero también pone en riesgo la supervivencia de la única fábrica nacional de termos.
El Gobierno de Javier Milei decidió dar por terminada una medida de protección comercial que regía desde hace más de dos décadas y resolvió levantar los aranceles antidumping para termos y recipientes isotérmicos provenientes de China, entre ellos los populares termos Stanley. La decisión generó fuertes críticas por su posible impacto sobre la industria local, en especial sobre la histórica firma Lumilagro.
La decisión fue oficializada este jueves, en el Boletín Oficial, a través de la Resolución 835/2025 del Ministerio de Economía, que justificó el levantamiento del arancel al argumentar que la industria nacional no mostró signos de fortalecimiento pese a más de 20 años de protección frente a productos importados a precios de dumping.
El dumping es cuando un país exporta productos a otro a precios más bajos que en su propio mercado, para ganar mercado de forma agresiva. En este caso, se confirmó que los termos chinos llegaban a la Argentina con hasta un 85% menos del valor de referencia, pero aun así el Gobierno consideró que la protección no dio resultados.
De acuerdo con los informes técnicos de la Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE), la producción nacional de termos cayó un 26,5%, las ventas un 32% y el empleo un 31% entre 2021 y 2024. Al mismo tiempo, la capacidad instalada utilizada se redujo a menos de la mitad: pasó del 51% al 21%. A pesar del amparo arancelario, la participación local en el mercado apenas se movió del 15% al 17%, en un contexto en el que el consumo de termos de acero inoxidable se duplicó.
Entre los productos más codiciados por el mercado argentino figura el termo Stanley, importado desde China y comercializado en el país a precios notoriamente más altos que en el exterior. En la Argentina, su valor oscila entre los $110.000 y $130.000, frente a los USD 25 que cuesta en Estados Unidos o los USD 58 en tiendas chilenas. Si bien los altos precios no se explican únicamente por los aranceles, el informe de la CNCE reconoce que éstos tuvieron una "incidencia relevante".
Desde el oficialismo, el subsecretario de Gestión de Producción del ministerio que lidera Luis Caputo, Santiago Migone, defendió la medida: "Después de 20 años ya no hay más antidumping en termos. Básicamente estaba prohibida la importación de termos y vasos térmicos de menos USD 15 en Argentina".
Sin embargo, la decisión fue cuestionada por economistas del ámbito heterodoxo. Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), señaló que el levantamiento del arancel se produce a pesar de que los informes técnicos confirman la existencia de dumping: márgenes del 85,35% para termos de acero y del 70,78% para los de vidrio. “Sturzenegger destroza la industria nacional y considera que el dumping está bien”, denunció en sus redes sociales, ya que deja a la empresa argentina, Lumilagro, único fabricante en el país, sin defensa frente a productos extranjeros que llegan mucho más baratos.
Para Letcher, esto implica liberar el mercado a una competencia desleal, mientras que el Gobierno sostiene que el problema principal fue la falta de reacción de la empresa local, que no logró mejorar su desempeño ni aprovechar la protección.
“Resulta significativo que (Lumilagro) no haya podido valerse de su fuerte posicionamiento de mercado para desarrollarse o expandirse ante las oportunidades de un sector caracterizado por su dinamismo y diversificación en los últimos años”, sostiene el texto oficial.
Aunque el fin del antidumping no garantiza automáticamente una baja de precios, sí podría generar una mayor competencia en el mercado. Además, abre la puerta a una posible reducción en el valor de los termos Stanley. De todas formas, su origen también incluye países como India y Malasia, por lo que la eliminación del arancel chino no implica una apertura total ni inmediata para todos los modelos.