Pérez, quien se dedica a la ganadería junto a su familia, narró cómo ingresaron al campo y mataron cuatro de sus animales. "Dejaron una gran cantidad de partes del animal en el campo, sin saber que una vaca es comida. Entrar y matar un animal para llevarse solo una parte y dejar tirado el resto es un daño enorme para el productor", comentó Pérez con evidente indignación. Este no es un incidente aislado. Tomás explicó que él y otros productores vecinos sufrieron robos y ataques similares. A pesar de denunciar estos hechos a las autoridades locales, a la Municipalidad y a la policía, no obtuvieron soluciones efectivas. "Nos piden un montón de papeles, vienen al campo a dar una vuelta y sigue pasando. Ya no sabemos más qué hacer", declaró Pérez, quien también recurrió a los medios de comunicación para dar a conocer esta problemática. El ataque no solo dejó animales muertos, sino también heridos y daños en la infraestructura del campo. "Mataron un toro, que se utiliza para mantener el nivel de genética en el campo. Dejaron vaquillas preñadas y un montón de animales heridos. Estamos hablando de un daño económico de más de 5 millones de pesos", explica Pérez. Además, recientemente habían invertido en alambrados nuevos, los cuales fueron destruidos durante el ataque. La familia de Tomás lleva más de 30 años dedicándose a la producción agropecuaria. Sin embargo, la falta de respaldo de las autoridades y la continua inseguridad ponen en duda la viabilidad de seguir invirtiendo en esta actividad. "Realmente quiero seguir invirtiendo en esta zona, pero sin respaldo de las autoridades municipales ni protección de la policía, solo pagamos impuestos y no hay respuestas", expresó Tomás, visiblemente afectado. FUENTE: AIRE DE SANTA FE