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Cómo viven y trabajan las mujeres penitenciarias en una institución históricamente masculina

Son 782 sobre un total de 4000 agentes que trabajan en ese servicio. Una encuesta indagó en las condiciones de ingreso, el desarrollo de la carrera, la posibilidad de congeniar trabajo con tareas de cuidado y las políticas para facilitar esa combinación. Un mundo en el que coexisten mayores posibilidad de ingreso y ascenso con situaciones de maltrato y acoso sexual.

  • 06/07/2023 • 16:40

¿Quiénes son las mujeres que trabajan en el Servicio Penitenciario? ¿Cómo perciben su desempeño? ¿Tienen expectativas de crecer profesionalmente? ¿Cómo es el vínculo con los varones? ¿Qué herramientas les otorga la institución por su condición de mujer? ¿Y si son madres?

Esos fueron algunos de los tópicos que se analizaron en la Primera Encuesta a Trabajadoras Penitenciarias de la Provincia de Santa Fe, una iniciativa inédita en el país que se desarrolló por iniciativa del Programa Delito y Sociedad de la UNL, junto con la Subsecretaría de Bienestar y Género del Ministerio de Seguridad y el Consejo Federal de Inversiones de la Nación; en el marco del proyecto de investigación "Trayectorias y Roles Laborales de las Mujeres Penitenciarias de la Provincia de Santa Fe".

Fueron 278 preguntas destinadas a las 781 trabajadoras penitenciarias (sobre un total de 4058 agentes), de las que respondieron 258. Las conclusiones fueron presentadas el martes en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de esa casa de estudios.

"Es la primera vez en la Argentina que una universidad pública, en este caso el equipo de Delito y Sociedad, con el apoyo de la Subsecretaría de Bienestar y Género del Ministerio de Seguridad y el Consejo Federal de Inversiones encara un estudio para entender la historia y las trayectorias laborales de las mujeres dentro del Servicio Penitenciario", sostuvo Máximo Sozzo, coordinador del equipo junto a María Victoria Puyol.

En diálogo con la prensa, Sozzo fue el encargado de explicar la metodología de la investigación, pero también de reseñar la historia de la institución: "Los servicios penitenciarios nacieron como instituciones de varones, con la mínima excepción a fines de siglo XIX y principios del siglo XX en que las mujeres eran contratadas para trabajar en prisiones de mujeres o para hacer tareas administrativas".

Esa situación está cambiando "porque el volumen de mujeres que ingresa es mayor: hoy, casi una de cada 5 personas que trabaja allí es mujer".

El dato es auspicioso pero "implica una serie de desafíos para los servicios del mundo y de la provincia". En ese marco, la encuesta "procura ser una fotografía de experiencias y representaciones de las mujeres sobre todas las dimensiones al interior de las prisiones: desde los procesos de ingreso hasta las tareas cotidianas, la relación con sus pares que son varones y con sus superiores que también lo son".

Motivadas pero con críticas

Uno de los problemas fundamentales es "cómo una institución que originariamente era de varones se adapta a este ingreso cada vez más importante de mujeres y en qué medida se reproducen situaciones de desigualdad, discriminación y maltrato".

En este punto surge que "una cierta proporción de las mujeres, 2 de cada 10, dicen haber experimentado alguna vez una situación de acoso sexual al interior de la institución penitenciaria. Eso nos muestra que es una práctica que existe allí como en otras instituciones estatales".

Sin embargo, "la mayor parte de quienes lo dicen no hacen referencia a muchas situaciones sino a una específica. Frente a eso registramos quiénes denuncian y quiénes no lo hacen: no es casual que muchas de las mujeres tengan reticencia de denunciar estas situaciones".

Consultado sobre la motivación de las mujeres para ingresar a la institución, evaluó que "el 80 % de las encuestadas se declara muy comprometida o comprometida con el trabajo. Pero eso no les impide ser críticas con el desarrollo de la actividad en otros aspectos".

Esta es la primera parte de la indagación. La segunda será a través de un cuestionario de profundidad que permitirá develar nuevas conclusiones en un mundo que durante décadas estuvo invisibilizado.

Lo que ellas dicen

Estas son apenas algunas conclusiones del estudio realizado sobre mujeres que se desempeñan en el servicio penitenciario provincial.

- La mayoría, 51,8 % de las encuestadas que respondieron tienen entre 30 y 39 años; 33,3 %, apenas un 8,2 % tiene menos de 29 años. Más de la mitad (54,1 %) reside en La Capital. El 35,3 % están en la categoría de subayudante. El 43 % tiene entre 6 y 10 años de antigüedad.

- Más del 54 % está en desacuerdo o totalmente en desacuerdo con el cupo máximo de mujeres para el ingreso.

- Más del 67 % acuerda con la paridad de género para el ingreso. Una cifra similar a la que coincide en que ingresan más mujeres que antes al SP

- La mayoría considera que no hay un abordaje del rol de la mujeres y sus problemas en el SP.

- Más del 37 % cree que alguna vez o frecuentemente hubo discriminación con respecto a los varones durante la formación básica.

- Si bien aumenta la presencia de mujeres en el SP, aun hay un 26 % que piensa que tienen menos oportunidades de ascenso que los varones. Un 68 % dice que no hay obstáculos para el ascenso por su condición de género.

- Un 60 % está satisfecha o muy satisfecha con el trabajo penitenciario. Es mínima la proporción que considera que es un trabajo bien remunerado.

- La mayoría (más del 55 %) trabaja en una unidad penitenciaria de varones.

- Un 76 % tiene hijos, pero un número mayor (88 %) no desea que éstos trabajen en el SP.

- Más del 70 % encuentra dificultades para conciliar las exigencias del trabajo con las tareas de cuidado.

- El 66 % admite estigmatización con pedidos de licencia ligados a la maternidad. Más del 80 % describe como no adecuadas las políticas respecto a las tareas de cuidado vinculadas con la maternidad.

- Con diferente grado de frecuencia, un 70 % encuentran varones que las consideran no aptas para una tarea por el hecho de ser mujeres. En general esa discriminación disminuyó mucho o un poco en los últimos años. A la vez, un 67 % sostiene que hay políticas y decisiones en contra de la discriminación.

- Más de la mitad ve como probable o muy probable que una mujer ocupe la posición de máxima autoridad del SP.

- Un 12,5 % reconoce haber sufrido acoso sexual una vez; 11,8 % varias veces y 1,2 % muchas veces. Pero apenas un 7,7 % hizo la denuncia a una instancia del SP. ¿Por qué? "Porque preferí solucionarlo yo misma", "porque te cambian de destino", "porque no te hacen caso", "por vergüenza", "porque te amenazan", "porque no sabía adónde denunciar", "por consejo de un colega o superior", según las opciones analizadas. Menos de la mitad piensa que esta problemática evoluciona en menor medida.

- Más del 90 % cree que sería útil crear una red de trabajadoras penitenciarias.

30 % de los ingresos

El director del Servicio Penitenciario Gabriel Leegstra anticipó que se está llevando adelante un proceso de selección para el ingreso de 600 agentes penitenciarios. De ese total, 240 serán mujeres.

"Esto representa más de un 30 % de ingreso de personal femenino", evaluó. "También tenemos mujeres en nuestra conducción y en la plana mayor, lo cual nos da otro conocimiento y comprensión de su rol", dijo el funcionario, en el marco de la presentación de la encuesta a trabajadoras penitenciarias de la provincia de Santa Fe que desarrolló la Universidad Nacional del Litoral junto con el Ministerio de Seguridad.

Puntos en común

Hace dos años la Universidad Nacional del Litoral (a través del Programa Delito y Sociedad) y el Ministerio de Seguridad realizaron una radiografía de la situación de las mujeres en la fuerza policial. Entre aquel estudio, que también fue inédito en la región, y el que se presentó este martes sobre la situación de mujeres penitenciarias hay puntos en común, según señaló el investigador Máximo Sozzo.

"Desde hace algunos años, el programa viene poniendo en el centro de la escena la manera en que operadores y operadoras de las instituciones de control de delito trabajan y se desarrollan entre sí. Es un elemento crucial de nuestra actualidad". En esa línea, consideró que "en las dos instituciones se está produciendo un cambio de carácter histórico".

"En la policía es aún más dramático porque hoy más de 30 % del personal policial santafesino está compuesto por mujeres. Es un cambio radical porque hace 20 años, esa proporción era de un 10 ó 12 %". En tanto, en el servicio penitenciario esa tendencia es más contenida, pero "también está ocurriendo". "Creo que hay desafíos para la política y la institución penitenciaria, y la política y la institución policial", concluyó.