A fin de promover, “en la ciudad de Sauce Viejo, la empleabilidad de mujeres en el ámbito de la industria, facilitando el acceso, con el objetivo de igualar oportunidades sin distinción de géneros” la edil peronista propone un régimen destinado a las empresas fabriles del parque local y a las trabajadoras sauceñas. “Se trata de promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para el acceso al empleo en el sector industrial en Sauce Viejo” resumió Rodríguez; para ello -prosiguió- “se faculta al Departamento Ejecutivo Municipal a que tome diversas medidas, de formación profesional de mujeres en diferentes áreas de los procesos industriales; de entrenamiento y de prácticas en ambientes de trabajo; de sensibilización y de prevención relativas a la discriminación por motivos de género en el ámbito laboral; de gestión de beneficios provinciales y/o nacionales, así como de tarifas por servicios, para las empresas que procuren la paridad de géneros en su plantel de trabajadores; entre otras”. El proyecto tomó estado parlamentario en la Sesión Ordinaria del 1º de Junio del Concejo Deliberante de Sauce Viejo y fue girado a las Comisiones para su análisis. El mismo, prevé también, autorizar al Ejecutivo a aplicar beneficios tributarios en favor de las industrias cuyo plantel de trabajadores contenga un mínimo de 30% de mujeres, el cual se incrementa en caso de que dicho mínimo alcance el 50% del plantel. “Esperamos el debate en Comisión -expresó la Concejala- en la idea de que el proyecto pueda ser enriquecido no sólo por las y los demás Concejales sino también con aportes del Ejecutivo Municipal, de las fábricas, de las mujeres, de los sindicatos”. La iniciativa crea la Comisión de Equidad de Géneros en el Empleo Industrial, la cual se encarga de coordinar acciones y de velar por el cumplimiento de la norma. La misma se conforma con representación de las empresas y de las mujeres de la ciudad, así como de los sindicatos con ámbito de actuación en las diferentes ramas de la industria en Sauce Viejo; la preside el Departamento Ejecutivo Municipal, se integra con paridad de géneros, y participa de la reglamentación de la Ordenanza. En sus fundamentos la parlamentaria hace un repaso desde la Constitución Nacional de 1853, que asegura a todas las personas, entre otros, los derechos a ejercer toda industria lícita y trabajar en condiciones dignas y equitativas, con retribución justa y respetuosa del principio de igual remuneración por igual tarea, sin distinción de géneros, lo cual se refuerza por la declaración de que todas y todos los habitantes de la nación somos iguales ante la ley, admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad (arts. 14, 14 bis y 16). En el recorrido histórico de la legislación, se destaca la Convención de Naciones Unidas sobre Eli inación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, de 1979, que la Convención Nacional Constituyente en 1994 incorporó a la Constitución Nacional. “El dato del contexto histórico resulta útil para traer a colación la evidencia de que entre la letra constitucional y la realidad efectiva había una distancia en perjuicio de las mujeres, cuyos diagnóstico y abordaje requirieron transformaciones y evolución a nivel cultural como condición para el establecimiento de otros paradigmas desde los cuales, en procesos contemporáneos, se deconstruyen matrices de distribución del poder a la hora de asignar roles a mujeres y varones, reivindicando y realizando ideales de justicia e igualdad” se agrega.